El Presupuesto basado en Resultados (PbR) y el Sistema de Evaluación del Desempeño (SED)
- 25 sept 2020
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La demanda de la población por un sistema transparente y efectivo en la ejecución del gasto pĆŗblico ha motivado un esfuerzo por parte de los gobiernos de un buen nĆŗmero de paĆses para mejorar la eficacia y la eficiencia con la que prestan sus servicios a la población; a la vez, ha generado en la población un mayor interĆ©s en conocer los costos que generan Ć©stas, los resultados que entregan y los cambios que requieren en su propia organización para atender las exigencias que enfrentan. Esta tendencia se ha materializado en la introducción del Presupuesto basado en Resultados (PBR) en varios paĆses, particularmente los pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Este modelo surge como el medio para mejorar la manera mediante la que los gobiernos gestionan sus recursos, con el fin de consolidar su desarrollo social y económico, y proveer mejores servicios a la población.
El PBR es una manifestación mÔs de la Nueva Gestión Pública (NGP), y tiene como uno de sus fines generar información que permita a los gobiernos tomar decisiones eficientes y acertadas en materia de gasto (OECD, 2007); asà como ofrecer la información que demanda la sociedad.
El PBR ha permitido en los paĆses que lo instrumentaron, enfocarse mĆ”s en los productos de la actividad de los gobiernos que en los insumos que se requieren para ello. Este cambio implica alejarse de la atención primordial que dan los ejecutores del gasto al proceso de gasto, para centrarse en los resultados que dicho proceso genera. Asimismo, la introducción del PBR ha mejorado la eficiencia y eficacia del gasto pĆŗblico al servir como un mecanismo para dirigir eficazmente el gasto y facilitar el seguimiento de las actividades y rendimiento de sus ejecutores.
OPERACIĆN DEL PBR
Resulta importante tener claro en quĆ© consiste el PBR. Mientras que los presupuestos tradicionales miden los recursos consumidos, el PBR mide la producción de bienes y servicios y el impacto que Ć©stos generan en la sociedad, tomando en cuenta objetivos y metas, para lo que resulta importante construir un adecuado sistema de evaluación del desempeƱo. Para una implementación, consolidación y operación adecuada del PBR se debe considerar la totalidad de sus factores. Dentro de ellos, probablemente el mĆ”s relevante sea la evaluación del desempeƱo de las polĆticas pĆŗblicas y los programas presupuestarios, que hace posible que se genere la información que, como ya se mencionó, permita a los gobiernos tomar decisiones acertadas y eficientes, respecto a las prioridades y distribución del gasto. La evaluación del desempeƱo ha sido uno de los factores con un impacto positivo en la gestión del gasto pĆŗblico. Dicha evaluación genera información sobre la actuación de los ejecutores del gasto con relación al cumplimiento de metas y objetivos.
La OCDE define a la evaluación del desempeño como la evidencia que describe los resultados generados por las mediciones que se realizan sobre el desempeño, en términos de la eficiencia, eficacia y efectividad de los servicios públicos que se prestan, y de los impactos que generan los mismos, asà como de las metas y objetivos de los programas presupuestarios. Desde luego, un PBR es mÔs que la generación de esta información relevante sobre el desempeño de los ejecutores de gasto, pues éste implica que esa información se utilice también para decidir o proponer prioridades y asignaciones de gasto, en el marco de la planeación y programación de los presupuestos por venir.
MƩxico no se ha quedado atrƔs en este esfuerzo.
La estabilidad de su economĆa y sus finanzas pĆŗblicas, desde finales de la dĆ©cada de 1990, ha permitido impulsar medidas para lograr un mejor aprovechamiento de los recursos pĆŗblicos. AsĆ, se determinó no sólo la necesidad de mejorar el nivel de ingresos en el sector pĆŗblico, sino tambiĆ©n de utilizar mejor los recursos con los que ya cuenta el gobierno. Los diferentes estudios realizados sobre la experiencia en el Ć”mbito internacional, combinados con la solidez en la economĆa, dieron la pauta para que, a partir de 2006, se introdujeran cambios sustantivos en el paĆs; se establecieron obligaciones para evaluar los resultados de los programas sociales y los logros obtenidos por las entidades federativas y los municipios con recursos federales. Desde entonces, y a la fecha, se ha trabajado intensamente para que el PBR se convierta en una realidad en la Administración PĆŗblica Federal (APF). Por mĆ”s de una dĆ©cada, se han realizado esfuerzos por modernizar la administración de los recursos pĆŗblicos y la evaluación ha ido fortaleciĆ©ndose a paso firme hasta llegar a un modelo integral de presupuesto basado en resultados.
En ese contexto, se hizo necesario alinear los objetivos y las metas de los diversos programas federales con el Plan Nacional de Desarrollo, el cual determina las prioridades del paĆs en cada perĆodo presidencial.
REFORMAS AL MARCO JURIDICO
Con este esquema de objetivos y metas, y contando con la MIR, fue entonces posible contar con una base sólida que permita implantar el PBR. Todo lo anterior, junto con las diversas reformas al marco jurĆdico mexicano, particularmente a la constitución y a diversas leyes federales, sirvió de andamiaje para la implementación del PBR en el paĆs.
En el marco del PBR en MĆ©xico, Ć©ste se entiende y se ha ido aplicando como el anĆ”lisis sistemĆ”tico y objetivo de los programas presupuestarios, cuya finalidad es la de determinar la pertenencia y logro de sus objetivos, metas, eficiencia, calidad, resultados, impacto y sostenibilidad (SHCP, 2008). Debido a su magnitud, es una herramienta que se ha venido construyendo de forma gradual. Su implantación en todos los órdenes de gobierno (federal, estatal, del Distrito Federal y municipal) estĆ” enmarcada dentro de una serie de reformas en materia de gasto que se han hecho en nuestro paĆs en los Ćŗltimos aƱos que, por su trascendencia, ha requerido modificaciones al marco legal aplicable. En este sentido, el primer paso hacia la transformación en la administración de los recursos pĆŗblicos se dio en 2006 con la emisión de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH) la cual regula actualmente la programación, la presupuestación, la aprobación, el ejercicio, el control y la evaluación de los ingresos y egresos pĆŗblicos federales. Posteriormente, se produjo la Reforma Hacendaria Integral de 2007 bajo la perspectiva de que, si bien es necesario elevar el nivel de recaudación, corresponde al gobierno lograr mayores beneficios para la sociedad mexicana con los recursos que cuenta. Adicionalmente, en 2008 se llevó a cabo una reforma de la Constitución PolĆtica de los Estados Unidos Mexicanos en materia de gasto pĆŗblico y fiscalización, la cual forma parte de la Reforma Hacendaria por los que Menos Tienen. Esta reforma estableció que los resultados del ejercicio de los recursos económicos de que dispongan la federación, los estados, el Distrito Federal y los municipios serĆ”n evaluados por instancias tĆ©cnicas, con el objeto de propiciar que los recursos económicos se asignen en los respectivos presupuestos con eficiencia, eficacia, economĆa, transparencia y honradez para satisfacer los objetivos a los que estĆ©n destinados.
En este contexto, se han impulsado modificaciones al proceso y a los elementos a considerar en la asignación de recursos a sus actividades, con Ć©nfasis en las decisiones que prevĆ©n la alineación de las polĆticas y programas pĆŗblicos con los objetivos establecidos en el Plan Nacional de Desarrollo, y examinando de manera ponderada el logro de resultados y su consistencia con dichos objetivos. De esta forma, se conoce en quĆ© se gasta y, sobre todo, quĆ© resultados se obtienen con la utilización del presupuesto. Esta orientación ha incluido, entre otras medidas, adecuar el marco normativo, impulsar un conjunto de acciones de mejora en el desempeƱo de las instituciones y promover el uso amplio de herramientas metodológicas de planeación, anĆ”lisis y evaluación, a fin de lograr que la toma de decisiones se lleve a cabo a partir de consideraciones sobre los resultados obtenidos y esperados de la aplicación de los recursos pĆŗblicos, que la misma motive a las dependencias y entidades de la Administración PĆŗblica Federal a lograrlos, y que impulse iniciativas para mejorar su operación e interrelación con la ciudadanĆa. En la actualidad, el PBR busca orientar eficientemente la cantidad provista de bienes y servicios pĆŗblicos mediante la asignación de recursos a los programas que sean pertinentes y estratĆ©gicos para obtener los resultados esperados.





