¿Quién va ganando, EU o China?
- Saúl Loera
- 15 may
- 7 Min. de lectura

Apenas disimulado dentro de un anuncio de aranceles a 60 países, el ataque de EU a China fue directo aquel 2 de abril pasado: a ese país, hasta el 34%, que acumulado al impuesto semanas antes del 20% por el fentanilo, llegaría al 54% y, después de la respuesta China, que impuso el mismo porcentaje, siguió la puja hasta el 125%, pero dado los previos del 20%, EU fijaba la tasa al 145%, ante lo cual el gobierno chino declaró que el nivel era tan absurdo y contraproducente que ya no respondería… con más aranceles.
Ahora, con la reunión en Ginebra, Suiza, del pasado sábado 10 y domingo 11 de mayo, entre representantes de ambos gobiernos, y el consecuente anuncio de la suspensión por 90 días de los aranceles recíprocos del 24%, así como de los adicionales del 91% que se habían impuesto, dejando un arancel de sólo 10% entre ambas potencias, lo que fue anunciado de manera muy festiva por EU, podría parecer que el conflicto termina, más aún, cuando expresaron su deseo de no desvincular sus economías y se hizo saber habían decidido establecer un “mecanismo para continuar las discusiones sobre las relaciones económicas y comerciales”, sin embargo, desde nuestro punto de vista, no será así.
Donald Trump y miembros de su gabinete han señalado al país asiático como “la principal amenaza para EU”, en diversas ocasiones. Y es que, a pesar de que la nación asiática ni agrede ni amenaza a EU, el reto que representa para la supremacía de los Estados Unidos en los ámbitos comercial, tecnológico, militar y en influencia política internacional, es, por decir lo menos, abrumador.
China viene desbancando a EU en cada vez más áreas desde hace años y, seamos claros, las acciones en su contra no son asunto de un solo presidente o algún partido político en particular, no, para el gobierno estadounidense es un asunto de seguridad nacional: gobierne quien gobierne, ellos ven a China como una amenaza y quieren detenerla. Aunque es verdad que la administración Biden tuvo mejores relaciones con China, en la guerra comercial de Trump contra ella durante su primer mandato, le impuso aranceles a miles de productos del 25%; la mayoría de los cuales siguieron vigentes cuando llegó Biden. Así que más allá de la coyuntura, alcemos la mirada y veamos la profundidad del conflicto y quién lleva la delantera.
Ámbito comercial.
En el ámbito comercial las acciones contra China tienen larga data, la más llamativa fue contra la empresa Huawei, ante quien inició una campaña en 2019 para prohibirle a sus agencias gubernamentales comprar equipos de dicha empresa alegando motivos de seguridad nacional, lo cual se llevó incluso a la Ley de Autorización de Seguridad Nacional. Las tensiones habían llegado al más alto nivel cuando por orden de EU, Meng Wanzhou, hija del fundador de la empresa, así como su directora financiera, fue detenida en el aeropuerto de Vancouver, Canadá, en diciembre de 2018. Adicionalmente, la campaña incluyó presión a diversos países para que dejaran de comprar productos a Huawei y desistieran de usar su Red 5G, incluido México.
Después de la primera guerra arancelaria contra China, que ya decíamos llevó a cabo Trump durante su primer mandato, fue la administración Biden quien prohibió la exportación de semiconductores y tecnología avanzada a empresas de este país, al tiempo que hacía la alianza “Chip 4 Alliance”, con la que logra que Japón, Corea del Sur y Taiwán, también restringieran sus exportaciones en este rubro, al gigante asiático.
Por otra parte, el acoso a la plataforma TikTok ya cuenta años entre investigaciones, ley para prohibirla en dispositivos gubernamentales (2022) o la orden para que la empresa ByteDance, dueña de Tik Tok, la venda (2023). Y más allá de esta nueva guerra arancelaria que parece resolverse, el acoso comercial contra China continúa. Por citar un ejemplo, la empresa china BYD (Build Your Dreams), si bien no ha recibido una prohibición formal para vender autos en EU, entre aranceles e impedimentos legales por motivos de seguridad nacional, no vende sus carros en ese país.
Hace semanas el geopolitólogo brasileño Pepe Escobar compartió en su cuenta de X una gráfica que muestra el avance de ambos países en el comercio mundial en las últimas dos décadas:

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